jueves, 27 de octubre de 2011

MIGUEL HERNÁNDEZ


Semblanza a Miguel Hernández a 110 años de su nacimiento.


“COMPAÑERO DEL ALMA…COMPAÑERO…"


Infancia y Cabras
       a Miguel Hernández

Una almohada de cabras
donde la apoyadura
manifestaba el canto
en las ubres templadas,
era el goce primero
para su piel de niño 
Y un “Perito de Lunas”
 al morir las estrellas
arreaba con ternura
un rebaño de sueños.

Grande era el horizonte
de su infancia cabrera
donde hilvanaba  versos,
el poeta, aún lejano,
de aquella efervescencia
heroica de la guerra.

                                  José Enrique Paredero

Como reconocimiento a Joan Manuel Serrat, es oportuno recordar en esta reseña,  que fue él en Argentina,  en los comienzos de la década de los años setenta, uno de los  grandes difusores  de la  obra de Miguel Hernández, entre los jóvenes de aquella época, al poner música a los versos del poeta de Orihuela y editarlos en su disco larga duración: “Miguel Hernández”. 
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      


La poesía no es cuestión de consonantes, es cuestión de corazón.”

                                                                       Miguel Hernández.

Nace en Orihuela, Provincia española de Alicante el 30 de octubre de 1910. Con sólo dos años de educación primaria tiene que dejar de asistir al colegio para dedicarse al cuidado de cabras, por imposición de su padre, como ayuda al sustento familiar. Fue esta la razón por la cual su niñez y adolescencia quedaron ligadas a un paisaje natural,  que resultó ser la fuente de inspiración para su espíritu de poeta. A pesar de esa vivencia que lo predispuso a llevar siempre en alto los valores de la libertad, nunca  se sintió  un niño feliz. Diría más adelante que el había llegado al mundo “bajo el designio de una estrella airada en una turbulencia y mala luna”



“Nunca tuve zapatos
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos,
siempre penas y cabras”.

“Me vistió la pobreza
me lamió el cuerpo el río
y del pie a la cabeza
pasto fui de rocío”:

Fragmento de la poesía "Las Abarcas Desiertas"
La rudeza de su padre, que consideraba la afición literaria del niño contraria a las necesidades de la familia, era la causa de ese mal designio. Para impedirle su desarrollo intelectual, muchas veces, utilizaba severos castigos corporales.
Tiempo después, cuando ya era poeta reconocido, Miguel Hernández, atribuía los grandes dolores de cabeza que sufría, a los golpes que le había aplicado su padre cuando niño. Otra prueba de ello lo da el testimonio de su hermano: refiriéndose a Miguel decía:”Leía sobre todo por la noche, cuando todos estábamos acostados, en la habitación que daba al corral. A  veces lo sorprendía mi padre y se levantaba para apagar la luz, entonces sucedían escenas terribles que nos dejaban espantados.”

Y así entre dificultades y castigos, Miguel Hernández nunca dejó de soñar con su poesía. El paisaje era la fuente donde abrevaba realidades y fantasías. El cuidado de las cabras era el contacto de ternura que fue haciendo de él un hombre sensible y comprometido con toda la existencia.
En su época de adolescencia comienza a concurrir a las primeras reuniones literarias y más tarde conocerá a través de los hermanos Fenoll a su querido amigo Ramón Sije, que será un punto de apoyo importante en su trabajo artístico.  Pública sus primeros versos en un semanario local “El Pueblo de Orihuela” y aparece en él la tentación por llevar su poesía a los grandes centros urbanos. El 30 de noviembre de 1931 marchará a Madrid en su primera búsqueda de reconocimiento.
Si bien, tiene que volver a su Orihuela natal derrotado en sus sueños de altura, muchas cosas conocerá Miguel. Una Madrid ferviente de poesía donde se encontraban los poetas que él había conocido a través de los libros y también una Madrid ferviente  de notas republicanas, que sin ninguna duda marcarán un sentido distinto en el pensamiento del nuevo poeta.
Vuelve a Orihuela y vuelve a las tertulias en la panadería de los Fenoll. El 20 de enero de 1933, aparece su primer libro “Perito en Lunas”.


Visita, en ese tiempo, en Murcia la casa de Raimundo de los Reyes y se encuentra allí con Federico García Lorca, que andaba deambulando para llevar a los pueblos, su teatro “La Barraca”. Miguel aprovecha la oportunidad para hacerle leer su libro “Perito en Lunas” y recibe con gran entusiasmo el estímulo del andaluz. Tiempo después Miguel Hernández (por carta) se quejará a García Lorca, de que su libro ha sido indiferente para la crítica y el granadino con palabras de aliento le contestará: “No se merece Perito en Lunas un silencio estúpido, no. Merece la atención y el estímulo de los buenos. Eso lo tienes y lo tendrás porque tienes la sangre de poeta y hasta  cuando en tu carta protestas tienes en medio de cosas brutales (que me gustan) la ternura de tu luminoso y atormentado corazón”.  





SEGUNDO VIAJE A MADRID (marzo de 1934)
La revista “Cruz y Raya” publica el auto sacramental: Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras.
Vuelve a Orihuela y en junio se edita el primer número de la revista El Gallo Crisis que dirige su amigo Ramón Sijé. El 19 de julio, realiza su tercer viaje a Madrid y allí conocerá a Pablo Neruda, quien tiempo después, en su libro “Confieso que he vivido”, esto decía del joven poeta  “Yo lo conocí cuando llegaba en alpargatas y pantalón campesino de pana desde las tierras de Orihuela, donde había sido pastor de cabras y publiqué sus versos en mi revista “El caballo verde”, me entusiasmaba  el destello y el brío de su abundante poesía…”
“Vivía y escribía en mi casa. Mi poesía americana lo impresionó y lo fue cambiando”
“Me contaba cuentos terrestres de animales y pájaros. Era ese escritor salido de la naturaleza como una piedra intacta, con virginidad selvática y arrolladora fuerza vital.
Me narraba cuan impresionante era poner los oídos sobre el vientre de las cabras dormidas. Así se escuchaba el ruido de la leche que llegaba a las ubres, el rumor secreto que nadie ha podido escuchar sino aquel poeta de cabras:”


En 1935 comienza a trabajar en la enciclopedia Los Toros de José María de Cossio, para el editorial Espasa Calpe. En septiembre de ese año conoce al poeta Vicente Aleixandre y después a innumerables personajes de la literatura. El 24 de diciembre, muere repentinamente, su gran amigo Ramón Sijé, para quien escribiría esos hermosos y sentidos tercetos encadenados que denominó “Elegía” y que integran el libro “El Rayo que no Cesa” que fue publicado en enero  de 1936.


Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales cera y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Fragmento de la poesía "Elegía" a Ramón Sijé




En esa experiencia con la cultura madrileña, ya comprometida por los hechos que sacudían al país, se va modificando la ideología del poeta y en sus versos se produce un giro hacia el compromiso social y político de la época, que luego reafirmará, en los inicios de la Guerra Civil Española cuando se incorporará  como voluntario al Quinto Regimiento de Milicias Populares, hecho al cual también se refirió Pablo Neruda:  “Los poetas acompañaron al pueblo español en su lucha. Federico ya había sido asesinado. Miguel Hernández, de pastor de cabras se había transformado en verbo militante. Con uniforme de soldado recitaba sus versos en primera línea de fuego”
1937: se casa con Josefina Manresa.”Tienes que comprender que con la guerra que nos han traído no defendemos más que el porvenir de nuestros hijos que tenemos que tener. Yo no quiero que esos hijos nuestros pasen las penalidades, las humillaciones y las privaciones que nosotros hemos pasado, y no solamente nuestros hijos, sino todos los hijos del mundo que vengan”.
Ese mismo año toma parte en el congreso de escritores antifascistas y  nace en Madrid su primer hijo que muere pocos meses después. Se publican Teatro en la Guerra, El labrador de más aire y  Viento del pueblo, el último mencionado lo dedicó a Vicente Aleixandre, libro lleno de entusiasmo militante y con la esperanza del logro de una España libre y democrática.


Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo
y defiendo tu vientre  de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,
envuelto en un clamor de victoria y guitarras
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.


Es preciso matar para seguir viviendo.
un día iré a la sombra de tu pelo lejano
y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
y al fin en un océano de irremediables huesos
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.

Fragmento de la poesía "Canción del esposo soldado"

1939: Nace su segundo hijo. Intenta pasar por Huelva a Portugal, pero las autoridades portuguesas lo entregan a la guardia civil.
Se produce en ese año la victoria de Franco y el cese de armas de la guerra civil.
Muere en el exilio Antonio Machado.
Miguel Hernández es trasladado a cárceles de Sevilla y Madrid
La estadía en la cárcel de Madrid es sumamente dolorosa...
Cuenta Pablo Neruda que junto a otros amigos del poeta preso, apelaron al un viejo cardenal francés: Monseñor Baudrillart, que tenía más de 80 años y estaba enteramente ciego. Le hicieron leer fragmentos de la época católica del poeta que iba a ser fusilado y esto dio un resultado sorprendente: el viejo cardenal escribió a Franco unas cuantas líneas conmovedoras.
Miguel Hernández obtiene la libertad. Pide asilo en la embajada de Chile, pero un empleado, encargado de negocios comerciales, Carlos Morla Lynch le niega el asilo. El poeta, con todos los riesgos del caso, decide llegar hasta Orhiuela, permanece allí más tiempo del conveniente y es nuevamente detenido. Y en la cárcel de su propio pueblo es tratado de peor manera aún, que en Madrid. Su hermano no lo visitó ni una sola vez y su padre lo ignoró por completo. Pocos amigos permanecieron fieles. “No me perdonarán nunca los señoritos que haya puesto mi poca, o mi mucha inteligencia, mi poco o mi mucho corazón, desde luego las dos cosas más grandes  que todos ellos juntos, al servicio del pueblo de una manera franca y noble”.---“Ellos preferirían que sea un sinvergüenza. Ni lo han conseguido, ni lo conseguirán. Mi hijo heredará de su padre, no dinero: honra”.

Es trasladado nuevamente a cárcel de Madrid en diciembre de 1939. Ha sido condenado a Muerte. Un grupo de intelectuales falangistas lo visita y le ofrece la libertad a cambio de incorporarse a su movimiento. Rechaza la oferta. “Que mal me conocían”
Tiempo después le conmutan la pena a 30 años de prisión. Lo trasladan a la Prisión de Palencia y días después al Penal de Ocaña. En 1941, cuando su cuerpo está ya muy deteriorado lo trasladan al Reformatorio de Adultos de Alicante.
Su libro “El Hombre Acecha” estaba para su publicación en la Tipografía Moderna de Valencia, pero la edición fue destruida antes de salir, por manos de los franquistas que ocuparon la ciudad. De este libro quedaron dos copias sin encuadernar, rescatada una de ellas por Victor Infantes en 1979 y la otra por José María del Cossio. En este libro ya se nota un Miguel Hernández desanimado por las cárceles, las muertes y los heridos.



Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

El hambre es el primero de los conocimientos:
Tener hambre es la cosa primera que se aprende.
Y la ferocidad de nuestros sentimientos,
allá donde el estómago se origina, se enciende.

                                                                      Fragmento de la poesía El Hambre. (El Hombre Acecha)

El 28 de marzo ya era un día de dolor para España, ese día de 1939, la Guerra Civil finalizaba y las fuerzas franquistas tomaron el poder. Tres años después el 28 de marzo de 1942. Moría Miguel Hernández el poeta de la terquedad y la esperanza. Su pensamiento estaba en Josefina: “que desgraciada eres Josefina”
Miguel Hernández, no traicionó a su pueblo, Murió por una España libre, tal como él la deseaba. Miguel Hernández puso su corazón para pintar la realidad del amor y del dolor de una España que se oponía a un destino de cárceles y muertes, y puso también su corazón para que su acción no fuera distinta a su palabra. Miguel Hernández vivió y murió sosteniendo con firmeza que la palabra y la conducta del hombre deben mantenerse, sin apartarse nunca, de los conceptos que impone la virtud moral.

Bibliografía:
Miguel Hernández - Antología poética - Edición José Luis Ferris - Ed. Espasa Calpe S:A.
Miguel Hernández  Destino y Poesía - Elvio Romero - Losada. Bs. As. 1958
Miguel Hernández - Selecciones de la poesía española - Plaza & Jans S.A. España 1984



















viernes, 21 de octubre de 2011

Tiene un ala quebrada mi poesía...




Tiene un ala quebrada mi poesía,
un despiadado hondero le dio en vuelo
y la condena a andar siempre aleteando.
Tropieza en las veredas desparejas,
roza la mugre oliente en los galpones,
sufre marginación por la pobreza,
llora con el dolor del olvidado.

Tiene un ala quebrada mi poesía
rie en los boliches cuando el vino
despoja de la sangre la tristeza
y en la bohemia de los bodegones
grita si a la existencia se atropella.
Al chaquetero y pálido burgués
por insensato y necio lo desprecia.

Tiene un ala quebrada mi poesía
duerme junto al linyera en los umbrales
para estar más lejana de las jaulas.
Se opone al aflautado canturreo
banal de intelectuales de salones
que en busca de sonoros galardones
disuaden las razones de sus plumas.

Tiene un ala quebrada mi poesía
todo lo ve de abajo, muy de abajo,
el grano que alimenta su alegría
lo cultiva la gente de trabajo,
allí toma la fuerza y energía
para llevar al verso la porfía
y vencer a los espantapájaros.

Tiene un ala quebrada mi poesía
y no envidia del águila su vuelo,
aquí está su lugar, a ras del suelo,
andando junto al pueblo en la contienda,
no va a prevaricar en su legado,
picoteando mentiras a sabiendas
pretende alzar la vos del relegado.

Tiene un ala quebrada mi poesía
pero habrá de sanar, estoy seguro,
y al canto en unisón de los obreros
vendrá la libertad tan pretendida,
alzará en la palabra un alto vuelo,
solidaria razón de nueva vida
que no podrá quebrar ningún hondero.

         José Enrique Paredero

sábado, 15 de octubre de 2011

MAMÁ...


EPITAFIO PARA MAMÁ






Me acongoja el dolor y sólo es mío
al saber que un vellón me nubla el cielo
y ha enredado las alas de mis sueños.
¡Cómo decirte hoy: pronto iré madre!
si sé que en el zaguán no has de esperarme,
ni abrirás la cocina con aromas
de culinarios mimos a mi encuentro,
si tu jardín ya no dará una rosa
para ese tierno orgullo de tus manos.
Mas, por si acaso madre...¡Tú lo sabes!
he de encontrarte en todos los rincones
y en todos los instantes he de amarte.
La sangre que yo llevo es de tu sangre,
la libertad que gozo es de tu herencia.
Me he propuesto a tu casa hacerla mía,
como ya lo fue mía en otro tiempo,
solazarme en el canto de sus aves,
ampararme en la higuera de tus dulces
y revivir jardines de tu estancia,
así la primavera con sus flores
te envolverá en sus halos de fragancias.
Es mi consuelo madre...He de hallarte
en todas las miradas, en las sonrisas...
nunca estarás ausente, no dejaré de amarte.

             José Enrique Paredero


TRES CORAZONES

Tu corazón que late ya oye el eco
de un nuevo corazón desde tu vientre
que despierta a la gracia de la vida.
Allí encieras la boca
que libará en tu pecho la dulzura,
tu piel cubre las manos
de las suaves caricias que tú anhelas,
escondes unos ojos ojos
que beberán la luz de tu ternura.
Y a la novena luna del amor
asomará la flor que guarda tu vestido.
Con un gesto feliz, el jardinero
que hizo fértil tu tierra,
recibirá por premio al laboreo
la herencia que soñó.
Y tú, tú que serás la madre,
presenciarás por siempre la belleza,
la creación más noble,
la virtud más profunda de la sangre.
Y en el primer abrazo que lo una
escucharán latir tres corazones,
tres corazones... tres,
por esa dulce magia de la vida.

              José Enrique Paredero

domingo, 9 de octubre de 2011

POESÍA y PROSA

¿Qué es la poesía? 



El primer elemento que da lugar a la poesía esta en la vida misma, esta frente a nosotros. Puede ser un hermoso paisaje, una bella flor, una mujer hermosa, la ternura de un niño o un anciano, el vuelo de un pájaro o una mariposa; otras veces puede ser la tragedia, la injusticia, el oprobio que sufren las clases más postergadas de la sociedad... es decir, las realidades cotidianas de la vida.
La poesía esta ligada naturalmente al hombre y sólo un hombre nulo en sentimientos y en imaginación, podría negar a la poesía como algo que le pertenece a su especie.



La poesía ha iniciado la historia, ha dado luz a las primeras ideas en el hombre y con las primeras expresiones poéticas, ese hombre, ha comprendido la esencia de su vida.
Fue, paulatinamente, valiéndose de técnicas y estilos que de acuerdo a los tiempos y costumbres le sirvieron para una comunicación más fluida y persuasiva.
El ritmo literario es similar al ritmo que la naturaleza impuso a toda la existencia y el humano lo comprendió al escuchar el sonido de su propio aliento o el canto de algún ave; lo pudo ver en el vuelo de un insecto o de un pájaro; en las formas andantes de otros seres vivos o en los movimientos físicos de la naturaleza.
Por eso la poesía requiere al poeta un estado de sensibilidad especial que le permita asociar las sensaciones del espíritu con la realidad cotidiana de la vida en sus distintas relaciones con el cósmos. El poeta como intérprete de esa poesía, es el médium que logra transmitirla ordenada en palabras bajo dos circunstancias esenciales:

1 - Su idea o pensamiento, (forma interna) que se gesta en las propias entrañas donde la carga de espiritualidad predispone la sensibilidad para que esa idea fluya al exterior provista de la emoción necesaria .

2 - El lenguaje: ( expresión externa de la poesía).

La utilización de la palabra justa es la esencia de la poesía, con ella se logra la armonía de los versos, es decir la combinación de sonidos, cadencias y acentuaciones que resultan gratos al oído receptor; pero además, el poeta, en su lenguaje, tiene la posibilidad de incorporar otras formas técnicas y estilistas, que son distintivas de la prosa: rima, métrica, tonalidad, melodía, modulación, cesuras, estrofas, etc.
 
Diferencias entre prosa y poesía 


"El arte de la prosa se ejerce sobre el discurso, su materia es, naturalmente significante: es decir que las palabras no son, ante todo, objetos sino designación de objetos...la prosa es una actitud del espíritu: Hay prosa cuando...la palabra pasa a través de nuestras miradas como el sol a través del vidrio."
                                               Jean Paul Sartre(1905-1980)



"El prosista escribe, es verdad y el poeta también escribe. Pero entre estos dos actos de escribir sólo hay de común el movimiento de la mano que trajo las letras. Por lo demás sus universos permanecen incomunicables y lo que vale para uno no vale para otro. La prosa es por esencia, utilitaria; y yo definiría gustosamente al prosista como un hombre que se sirve de las palabras."

                                               Jean Paul Sartre(1905-1980)


Jean Paul Sartre nos aclara en los párrafos que anteceden, algunos conceptos sobre la prosa y establece las diferencias entre prosistas y poetas, pero no establece claramente en ellos, las diferencias entre prosa y poesía.
En muchos casos, en la actualidad, resultan confusos los límites que separan ambos géneros. hay trabajos a los que los propios autores califican como poesías y no pasan de ser simples oraciones agrupadas en una misma temática.
Considero que la palabra justa es un requisito imprescindible para la poesía. Es decir, la palabra es la protagonista en el verso porque a través de ella se logra la armonía necesaria que establece la diferencia fundamental que existe con la prosa, y a la decisión del autor queda la utilización de los otros recursos técnicos propios de la poesía.
En cambio la prosa, que prescinde del verso y es la forma cotidiana que utilizamos para escribir, no requiere la presencia de armonía; por ello, la palabra pierde ese rol protagonista, aunque al igual que en la poesía es el medio para exteriorizar la idea o pensamiento.
Sin embargo, no en todas las composiciones literarias es tan fácil distinguir a sus géneros. Por lo tanto queda abierto el debate sobre el tema, a pesar de mi convencimiento que es "La palabra justa" la que impone el ritmo musical propio de la poesía.
 
 
                                                         José Enrique Paredero                                                


miércoles, 5 de octubre de 2011

POESÍA

HÉCTOR HIGINIO PICALLO.
        Un hombre de palabra...


"...Preferimos dormir a cielo abierto, con mañanas soleados o lluviosas, noches con ojos vigilantes de estrellas, es decir, fuera del circuito comercial de editores confabulados con los intereses espurios de los mandones de turno."
"Adherimos al Consistorio del Gay Saber de los trovadores recibiendo como premios flores naturales, con tanta fuerza como con la que despreciamos los premios de las flores de plata o de oro que comenzaron a repartir de su fortuna Clemencia Isaura, señores feudales y monarcas absolutistas. Pompa elitista y arbitraria, ajena a toda justicia y que lamentablemente prevalece hasta hoy."

                                                                                  Héctor Higinio Picallo




El actor Ricardo Passano junto a Héctor H. Picallo


Héctor Higinio Picallo nació en Patricios (Partido de Nueve de Julio, Provincia de Buenos Aires) el 4 de abril de 1932 y actualmente reside en Villa Luzuriaga-San Justo, (Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires)
Ha sido y es un trabajador incansable de la literatura, como periodista, historiador, narrador y poeta. Ha compartido cenáculos y cafés literarios con grandes de la literatura nacional: Luis Franco y Arturo Jaureche, entre otros. En sus años mozos fue presidente de la juventud socialista y expositor público en tribunas políticas junto a Don Alfredo Lorenzo Palacios.
Esquivo a los salones intelectuales de elites y no partidario de concursos y certámenes. La mayoría de su obra es inédita, abundante, cualitativa en técnicas y formas y con la posición firme de reivindicar la justicia social para los pueblos y la solidaridad como concepto fundamental en las relaciones humanas.


En sus últimos trabajos de poesía, y quizá en la cúspide de su prolífica vida intelectual, ha adoptado un estilo abrupto para la construcción del verso, prescindiendo de todo tipo de signos, puntuación y otros recursos técnicos y estilisticos, que no sean los impuestos por la propia palabra.
Héctor Higinio Picallo, en los versos que cierran esta nota, pone en evidencia que luego de un proceso evolutivo de muchos años de estudio y de trabajo, hoy en su oficio de poeta, para dar luz a la poesía no le hace falta más que la palabra justa.
 

es el silencio eterno del negro ilimitado

es el abismo inmenso que choca en los obstáculos

es la vida embriagada con el camino amargo


no hay sol luna ni cielos

sólo pálidas luces

en las balanzas de oro los viejos opresores

reciben a sus sangres

reciben sus sudores


con los hombros caídos

cavidades por ojos

con látigo y dolores

en la infinita pena por castigo

sobreviven los pobres

                     Héctor Higinio Picallo (San Justo, Julio 2011) 
 
 
quería cantar pero mi corazón lloraba

decía versos que no los recordaba

en el cielo sin luz la soledad de acero

a golpe de distancias incendiaba recuerdos

cómo espantar las sombras con el canto del duelo

cómo cerrar heridas si las aviva el viento

del abismal silencio palpé las melodías

un puente al alba deja falso pasaje al día

el tiempo en leguas blancas por caminos de siglos

la existencia es un nombre marchando sin permiso

buscaba su horizonte y se encontraba lejos

quería cantar al mundo

y quedé sin aliento
                      
                                    Héctor Higinio Picallo (San Justo, 2011)



VIAJE AL SUEÑO Y LA LIBERTAD


el tren era una fiesta con humos y colores
en mi pueblo de infancia asentado en la pampa
con silbidos de pájaros eco de ondas sonoras
en los rieles de hierro

vagones compartidos mezclados de viajeros
diferentes proyectos distintos los destinos
escapando a la luna
o pensando el regreso o por siempre la ausencia
de música o silencio

los frutos de la tierra colmaban los furgones
aguardaban cosechas después del crudo invierno
repitiendo el circuito como las plantaciones
hasta la primavera de flores olorosas
con los predios en celo

adioses en los andenes
callados interiores
la máquina en el viento en pos del horizonte
ventanillas mostrando conocidos relieves
con gente de mi pueblo

y allá a lo lejos
flotando caprichosos en el aire
tantos pañuelos blancos
como breves consuelos
esperando regresos

desvanece con el tren a la distancia
una fiesta con humos y colores

fuerte secreto del canto
quemante canción cercana
sale de adentro del pecho
claridad en el sendero

en una tarde de sed
busca el rojo de la sangre
lustre de morena piel
libertad a rescatarse

reivindica al despertar
pájaros de indoamérica
colores de frutos nuevos
albor por amor al pueblo

del invasor perdura el cautiverio
llanto de lluvia con olor a tierra
millones y millones se despiertan
es hora de vencer al menosprecio

que la vida resulte una belleza.

            Héctor Higinio Picallo (San Justo - 2011)

sábado, 1 de octubre de 2011

LA LLAVE NUEVA



La LLave Nueva es un pequeño poblado ubicado a 38 Km. con dirección al noreste de la ciudad de San Rafael, provincia de Mendoza. Pueblo pintado de viñas y durazneros, dedica su actividad principal a proveer la materia prima necesaria para la producción de vinos y dulces.
Inmerso en uno de los oasis cuyanos, el río Diamante permite sobrevivir frente a las intermitencias del clima de la zona.
Sus 700 habitantes todavía son testigos y partícipes de antiguas costumbres, entre las cuales se pueden mencionar las serenatas nocturnas y emocionantes carreras cuadreras los domingos por la tarde.
Pueblo que tuvo su época de esplendor cuando el ferrocarril lo atravesaba por sus, hoy, abandonadas vías, trasladando productos y sueños, llegó a quintuplicar la cantidad de población actual.
Sobrevive, como tantos otros parajes de la Argentina, gracias al esfuerzo y trabajo de su gente que no se resigna a abandonar su tierra natal.
                                                                                        
                                                 Reseña histórica de Julian Nicolao
 





LLAVE CUYANA

Con gesto solidario abre el llavino
su casa y corazón al forastero
y en tonada cuyana un guitarrero,
libra en copa el cogollo de su vino.
Él sabe de la viña su destino
y en el solaz disfruta de su canto.
Abrir el corazón le da un encanto:
¡Andar con alegría en su camino!
En el erial de esta LLave cuyana,
yo supe del amor y la ternura.
impregnada mi piel con su frescura
he de partir cuando abra la mañana.
Llevo en mis labios toda la dulzura
de la savia frugal de su solana.

Para dar homenaje en forma cierta
a la amistad y sin ningún alarde,
traigo a la LLave Nueva en esta tarde
el canto y la poesía en letra abierta.
Del vino y del amor surge el efecto
que atrapa el corazón de los llavinos,
arribo con la zamba a este destino
porque agregué estrambote a mi soneto.

                              Letra: José Enrique Paredero
                              Música: Julian Nicolao



                                                                      

Rocío

  El rocío es el beso sensual de la noche para que las flores despierten en la aurora con el pistilo    abierto hacia el estambre y en su or...