martes, 27 de diciembre de 2011

Cabalgando Nostalgias











Aunque estemos distantes de imitar aquel tiempo
en que el sol del verano doraba el epitelio
y la risa acudía llana y desvergonzada
al cotidiano juego del miedo y el deseo,
salgamos a las siestas a visitar las calles
cabalgando nostalgias de los sueños pasados.
Recordemos los nombres como los pronunciábamos
en las soleadas tardes de lejanos eneros
y en la serenidad de los años andados
vivamos la alegría de cumplidos anhelos,
para gozar entonces de este tiempo de calma
hasta que las agujas del reloj de la vida
interrumpan su giro y quedemos sin tiempo.



Jinete de los Cielos







Láquesis devanaba en el carrete
el hilo de los años de la vida
que Cloto hacendosa había tejido
y una Átropos cortante fue la herida
para el final de todos los sentidos.
El alma de la carne desprendida
pisó el estribo en invisible salto
y se montó al jinete de los cielos.
Hoy, en los vientos frescos de las tardes,
sin bozal, sin rebenque y sin aperos,
por los celestes campos sin alambres
en caballo de luz anda un arriero
uniendo las estrellas en rodeos
y asi en las noches claras que te busco
señales de tu amor en ellas veo.



Regalo


Esperaba de tí una palabra
profunda, meditada, de la vida
que hoy con tantos abriles nos abraza.
Sin embargo tu obsequio  fue un perfume
con un papel brillante y nacarado.
Yo pretendía un papel, un papelito...
con tus palabras simples, cotidianas,
como en el tiempo aquel en que soñábamos
que la utopía no era inalcanzable.
¿O acaso es que los años agotaron
el brío libertario de las almas?




Miopía








Ya no es buena mi vista
parcial es la belleza
que reciben mis ojos
y debo contentarme.
Esta Miopía
tan sólo me permite
apreciar las delicadas formas
 desde la cercanía
Y así, cuando percibo la tersura
de esos pétalos blancos y atractivos
en un tallo delgado y cadencioso
que en la brisa se mece provocante,
descubro las alturas de la cerca
que me impide saltar a los jardines
a beber el rocío perfumado
que requiere mi sangre.
Retrocedo en busca del pasado,
la magia del recuerdo es la coyunda
donde cuelga una imagen
para que el corazón sienta vigencia
entonces trepo en busca de las flores,
cambio resignación por alegría
y en los ojos brillantes de todas las muchachas,
encuentro tu mirada                    
y me hallo reflejado
cercano de tu boca, de tus brazos,
de tu piel erizada, y comprendo
que aun me queda en los labios
el sabor de un septiembre
que me acercó a tu amor.



Soy Mariposa







Indícame el camino
mujer hermosa,
he tomado un buen vino
en copa fogosa.
¡Vaya que cosa!
He alegrado mi alma
soy mariposa.

Van rozando mis alas
tu piel sedosa
y me envuelve en sus galas
la nebulosa.
Me hallo perdido
en un mar de deseos
por el olvido.

Y sueño que te quiero
mujer bonita,
entonces más requiero
de tu aromita
que me provoca
y en esa fantasía
siento tu boca.

Y sueño que me amas
y eres dichosa
y la maravillosa
luz de tus llamas
incandescentes,
mi corazón inundan
de sangre ardiente.

Aunque pierda este vuelo
en la querella,
cuando mires el cielo
verás mi estrella
con su dolor,
aún mantendrá la luz
de un gran amor.

El amor de este día
que en ti reposa
y toda la alegría,
poquita cosa,
poquita cosa,
de volar en tus flores
¡Soy mariposa!



Mi sapo amigo










Anoche murió un sapo,
no era un sapo cualquiera.
Yo estaba acostumbrado
a mirarlo en las noches
atrapar los insectos
con su lengua certera
y a escuchar en su canto
los augurios de lluvia.
Era un sapo de barrio
de los pocos que quedan.
Quiso cruzar la calle,
pero una luz gigante
lo sorprendió en un salto
sin llegar a la acera.
Ignorándolo el hombre
que apresurado andaba
en esa amenazante
noche de refulgidos,
aplastó con su coche
a mi sapo querido.
Cuando el feliz estaba
gozando de la lluvia
esperada de siempre,
explotó su epitelio
y por su boca amplia
catapultó sus vísceras.
Yo lo tomé en mi mano
sin impresión ni asco,
porque andaba mi sangre
un tanto dolorida
provocando una mueca
donde ocultar mi lágrima.
Le cubrí la osamenta
con tierras del jardín
y en un efecto místico
que nació en mis entrañas
imaginé su verde
despertando en un tallo
para alcanzar la lluvia
desde una bella flor,
que así lo redimiera
de todo aquel desprecio
que en su cuerpo rugoso
tuvo que padecer.
Al fin mi sapo amigo,
en esta nueva vida
sabría de la ternura
y la bella mirada
que ofrece una mujer.


Vida

Una estrella fugaz
soy en el firmamento
estela de los días
efímeros del tiempo

Como una gota breve
escurriré en el barro
sin penas y sin glorias

Con lágrimas ajenas
será mi despedida,
polvo mis cualidades,
agua mis alegrías.




Muerte


Culminación etérea,
justicia inalterable,
equilibrio perfecto,
fin de desigualdades

Sufriente o repentina,
insobornable al noble,
desesperante al necio,
del pobre sólo lleva
a veces una queja











jueves, 15 de diciembre de 2011

ALBERTO SEGADO








"La marca que deja el teatro es indeleble




A un año de su muerte, recordar a Alberto Segado es recordar un amigo al cual conocí hace muchos años, el 10 de diciembre de 1993, en una marcha por el Día Internacional de los Derechos Humanos y a su vez Marcha de la Resistencia de las  Madres de Plaza de Mayo.

- ¿Por qué estás aquí, en la plaza?- le pregunté esa tarde.

- Es un compromiso con las Madres, es un compromiso conmigo, con mi generación bastante golpeada por lo que pasó y creo que estar aca es una manera de no perder la memoria. Creo que nos hace falta ejercitarla más para que no vuelva a ocurrir, es mi convicción que de la única manera que no vueltan a ocurrir las cosas que ocurrieron, es ésta: recordar.

- ¿Este compromiso lo asumís como gente de teatro? -

- Esto debe ser un compromiso de la gente de teatro, de Uds., del carnicero y el panadero de la esquina, de todos. Lamentablemente deberíamos ser muchos más.-


Alberto Segado integró el elenco estable del Teatro Municipal General San Martín en varias temporadas. En 1967, con dirección de Roberto Conte, debutó como actor en la conocida obra "Antígona". Desde entonces y por mencionar sólo algunas, participó como actor en  "Cyrano de Bergerac" de Edmond Rostand, dirigida por Osvaldo Bonet (1978)  "Juan Gabriel Borkman" de Henrik Ibsen, dirigida por Roberto Durán (1979), "Galileo Galilei" de Bertolt Brecht, dirigida por Rubén Szuchmacher (2000) "Copenhague" de Michael Frayn, dirigida por Carlos Gandolfo (2003).


Obra Galileo Galilei - Teatro Municipal San Martín


En 1971 estrenó en el Teatro Payro "Historia Tendenciosa" de Ricardo Monti, por cuya actuación recibió el premio Talía y también en ese mismo teatro, en 1989 estrenó, "El Señor Galindez", de Eduardo Pavlovsky.
En el Teatro Nacional Cervantes actuó en  "El Relámpago" de Strindberg, dirigida por Augusto Fernandes,  "El Campo" y "Las Siamesas" de G. Gambaro (1986) con las cuales ganó los premios Moliere y María Guerrero, como mejor actor teatral del año. 
En 1988 partició en la ópera Mahagonny de Brech-Waill en el teatro Colón con la dirección de Jaime Kogan.

En Televisión, participó, entre otros, en los ciclos "Compromiso", "Atreverse" y "Situación Limite".

En Cine se destacó en: Plata Dulce, Gracias por el fuego, Asesinato en el Senado de la Nación, Matar al abuelito, Espérame Mucho, Un Muro de silencio, El caso María Sledad, De eso no se habla,  Nunca estuve en Viena, entre otras.

Tambien se desempeño en algún momento de su vida como profesor de teatro y como director.

Alberto Segado en un Bar de Congreso. Lugar que frecuentaba


"Yo podría decir que me inicié en el teatro en Ramos Mejía, fui uno de los que inauguramos la sala de teatro de la Casa de la Cultura. En ese entonces vivía en Haedo (calle Alegría 510) y había estudiado en el Teatro Municipal de Morón."

"Mi primer trabajo profesional  fue en el Instituto Di Tella, que pertenecía a la fundación que llevaba su nombre. Este instituto marcó una época, no sólo en teatro, también en las distintas áreas, era un lugar de vanguardia en los años '60."
"Yo agradezco que se me haya despertado una vocación por el teatro, pero no se por quien, no hay nadie en particular a quien pueda agradecer. He tratado de explicarme porqué y como en todas las cosas de la vida, nunca hay una sola razón."
"El teatro es un fenómeno colectivo, no es solitario, es una manera de estar con los demás. Yo se lo atribuí mucho a eso, a la necesidad - a lo mejor por la edad que tenía - de tener un grupo de pertenencia. Después con los años descubrí algunas otras cosas. Hace poco tiempo, luego de muchos análisis y en alguna crisis mía, descubrí otra posibilidad que no descarta la anterior y que es tal vez el hecho de leer diálogo descarnado de toda narración, esto me dio, por mis características la posibilidad de poder expresarme con palabras de otro. Yo siempre tuve dificultades. por ser muy cerrado, para expresar mis ideas, mis sentimientos. Me costó muchos años poder escribir una composición y si tenía que escribir sobre "La vaca", leía sobre la vaca y luego hacía un refrito de todo lo que leía, pero "la vaca mía" no la sacaba. Además soy de una época que por lo general se estimulaba la copia, en el dibujo, en todo, inclusive había que calcar. Es decir que no se estimulaba la imaginación e indudablemente en mi personalidad había una traba que me costó años romper y el teatro me permitió eso: poder expresarme, porque el hecho de que las palabras me las diera otro me facilitaba las cosas, yo sólo le ponía el alma a esas palabras."

Fragmentos de la entrevista realizada por la revista Conectándonos (1993)



Alberto Segado en Tapa de Revista Conectándonos



martes, 6 de diciembre de 2011

Primer voto femenino en Argentina



El 23 de noviembre ppdo. se cumplieron cien años del primer sufragio femenino efectuado en Argentina.  

                            "Los derechos no se mendigan, se conquistan"

Julieta Lanteri es hoy una mujer olvidada, cuando no desconocida para la mayoría de los argentinos, por la poca importancia que le han dado a su lucha los grandes medios de comunicación y el poco interés  demostrado desde la oficialidad de los gobiernos de turno. 
Contemporánea de otra inmigrante de ese tiempo a quien debemos recordar: Raquel Liberman. De paises distintos y de clases sociales bien diferenciadas, las dos, con gran valentía fueron luchadoras y denunciantes de organizaciones de trata de blancas. Raquel, víctima y esclava de esa vida rufianesca   que operaba en connivencia con sectores empresariales, políticos y judiciales jugó un  papel fundamental para desbaratar la organización Judía Zwi Migdal y por su lucha,  un año despues de su muerte, se daría fin en Argentina, a la prostitución legalizada.  Julieta desde una posición económica y profesional más reconocida, no se acomodó a gozar de los privilegios y se comprometió con la lucha por los derechos de su género y de la de los despojados en general. 

La historia de Raquel Liberman se la puede conocer por el libro "LA POLACA". Inmigrantes, rufianes y esclavas a comienzos del siglo XX,  de  Myrtha Schalom. Grupo Editorial Norma. 





La historia de Julieta Lanteri, la abrevio en esta semblanza. El libro de Araceli Bellotta. Ed. Planeta. "JULIETA LANTERI. La Pasión de una Mujer", se considera agotado de acuerdo al informe emitido en las librerías consultadas. 





La tarea iniciada por ellas debe continuar, dado que hoy, desde la ilegalidad, el problema de la trata de personas sigue vigente y sigue la connivencia rufianesca de empresarios y proxenetas, con mirada ausente de jueces y políticos.

JULIETA LANTERI





Nació el 22 de marzo de 1873 en Italia, en región piamontesa y llegó a nuestro país a la edad de 6 años vivió en Buenos Aires, La Plata, Quilmes y Berazategui.
Es la primera mujer que ingresa al Colegio Nacional  y en 1896 ingresa a la Facultad de Medicina con un permiso especial otorgado por el decano, ya que esa carrera no estaba permitida mujeres. Fue la sexta mujer graduada como médica en nuestro país.
Junto a Cecilia Grierson* (primera médica egresada en el país) funda en 1904 la Asociación Universitaria Argentina.
En 1911 toma la nacionalidad argentina para poder ejercer como docente en la Facultad de Medicina. En ese mismo año Junto a Alfonsina Storni, Alicia Moreau y Carolina Muzilli** fundan la Liga Pro Derechos de la Mujer. Luego la Liga Contra Trata de Blancas que dirigió Petrona Eyle.*** 

En ese tiempo, la Municipalidad de Buenos Aires llamó a la actualización de padrones, con motivo de las próximas elecciones de legisladores municipales. El requerimiento era para ciudadanos mayores, residentes en la ciudad que fueran comerciantes, industriales o de profesiones liberales, que a su vez hubieran pagado los impuestos. Julieta Lanteri, observó que el llamado nada decía sobre el sexo. Fue así que se inscribió en la Parroquia San Juan Evangelista de La Boca, lugar que le correspondía por su domicilio y el  día de las elecciones votó  en esa iglesia, ante el asombro del resto de los votantes, todos hombres.
Luego de votar Julieta Lanteri se acercó a las oficinas de los diarios La Nación y La Prensa para hacerles saber  lo acontecido. Así fue que en la próxima edición de esos diarios apareció la noticia de su voto, el primero efectuado por una mujer en la Argentina y Sudámerica.
Tiempo después el Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires sancionó una ordenanza en la que dejaba claramente expresado la prohibición del voto para personas de sexo femenino, dado que el registro se basaba en el empadronamiento del servicio militar

En 1912 Funda y preside la Liga por los Derechos del Niño, para impedir que los huérfanos  sean explotados.
En 1919, vísperas de los comicios nacionales su nombre ya no figuraba en el padrón. Se presentó ante los tribunales, pero su reclamo fue rechazado, con el argumento  que para poder votar debía presentar libreta de enrolamiento.
La Doctora Lanteri se presentó ante el Ministerio de Guerra del entonces gobierno de Hipólito Yrigoyen, solicitando el permiso para hacer el servicio militar y conseguir de esta manera la libreta de enrolamiento que le permitiera acceder al sufragio. Petición que resultó denegada.
En su lucha descubrió que la Constitución Nacional prohibía el voto de la mujer, pero no aclaraba nada sobre la posibilidad de ser elegida. Creó entonces una agrupación en abril de 1919:  El Partido Nacional Feminista y se presentó como candidata a diputada. 
"En el parlamento una banca me espera, llevadme a ella" fue el eslogan con el que consiguió 1730 votos, entre ellos el del escritor Manuel Galvez.
En 1920 integró el Partido Socialista junto a Alicia Moreau de Justo y organizaron en una plaza pública un simulacro de voto femenino en el que participaron 4.000 mujeres porteñas.
Luego de firme lucha y de vencer muchos obstáculos por su condición de mujer, logró realizar la especialidad de psiquiatría y fue la primera mujer con este título en Argentina.
Como inmigrante compartió los conventillos con costureras, cigarreras y empleadas domésticas.
Denunció las condiciones inhumanas del trabajo de las empleadas de comercio y las jornaleras de lana.
Luchó por la patria potestad compartida y la igualdad de los derechos de los hijos ante la ley.
Impulsó el Primer Congreso Femenino Internacional.
Luchó por la abolición de la prostitución, por la protección del trabajo de la mujer, los niños y los obreros en general.
Murió el 23 de febrero de 1932, en un extraño accidente (la atropelló un automóvil en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha). Dos días antes había asumido como presidente de la Nación, el General Agustín P. Justo. Julieta Lanteri estaba próxima a cumplir 59 años de edad.

Queda la Pregunta: ¿Fue realmente un accidente la causa de su muerte?

*: CECILIA GRIERSON: Nació el 22 de noviembre de 1859 en Buenos Aires y murió el 10 de abril de 1934. Fue la primera médica argentina graduada el 2 de julio de 1889.. Se especializó en ginecología y obstetricia. Colaboró en 1892 en la primera cesárea que se realizó en nuestro país.

**: CAROLINA MUZILLI: 1889-1917. Feminista y gremialista argentina. Trabajó de costurera.

***: PETRONA EYLE: Nació en Baradero el 18 de enero de 1866 y murió en Buenos Aires el 12 de abril de 1945. Médica y feminista.

Bibliografía:     "Julieta Lanteri. La pasión de una mujer" de Araceli Bellota. Ed. Planeta.
                        Página digital "La Fogata", nota de Mariana Carbajal.
                        www.estilosalta.com/42-perfiles/11851-julietalanteri

jueves, 1 de diciembre de 2011

CRÓNICA DE DOS MUERTES







Repentinamente, ha muerto Cicero.

Con pijama blanco, su cuerpo tirado,
luego de la siesta halló el jardinero
sobre la gramilla verde de su prado.
¿Qué estaría pensando el último instante?
¿Cuál última imagen habra percibido?
Tantas propiedades, tantas inversiones:
yates y oficinas, títulos y acciones
pasan a dominio de los herederos
que hoy vestiran luto en el funeral,
con rostros adustos por tanta vigilia,
ocultando el gesto de las alegrías
por los privilegios que deja el difunto.

También perdió Pedro su vida en la calle.

Al lado de un perro su cuerpo fue hallado
con ropa mojada y los pies descalzos.
Repentinamente, en la noche fría,
Pedro, hoy ha perdido todas sus miserias.
¡Qué pensaría Pedro antes de la muerte?
¿Se habrá dado cuenta que el fin se acercaba?
¿Quién recogería, junto a los harapos,
aquel percudido cuerpo de la calle?
¿Cuál fue su familia y qué edad tendría?
¿Qué recordaría el último instante...
al ceño fruncido que esquivó en la calle
o un brazo extendido que le dio una ayuda?
¿Quizá a un amigo en igual circunstancia
compartiendo un vino en plena nostalgia?
Entre su bagaje, se contó de Pedro
sólo una camisa, pantalón de grafa,
la gorra de lana y unas zapatillas
rotas, sin cordones, con suelas gastadas.
Sólo lloró a Pedro aquel perro vago
con quien el dormía bajo los zaguanes.
Tiene de herederos a los transeúntes
que siempre lo vieron mendigando el barrio,
unos, acreedores, hombres solidarios
que en él invirtieron cuotas de cariño
y los más, deudores, pues deben a Pedro
todo aquel desprecio de no verlo humano.



Pedro y Cicero han muerto de similar manera.
La muerte no dio aviso para ordenar la espera.
Los dos eran humanos, con grandes diferencias:
A Pedro lo enterraron sin rosarios ni rezos,
Cicero en cambio tuvo lujoso funeral.
Pero pronto el olvido borrará sus historias
y el hasta aquí gozoso y encumbrado Cicero,
se convertirá en nada, igualándose a Pedro,
porque al fin de la vida, 
la muerte es la suprema instancia de justicia, 
aunque el hombre no entienda
que sólo es su destino, ser mineral y agua.

Rocío

  El rocío es el beso sensual de la noche para que las flores despierten en la aurora con el pistilo    abierto hacia el estambre y en su or...