Tus
ojos, cual la punta de aguijones,
me
infiltran un dolor y una alegría
y
con fresco dulzor y picardía
vivifican
en mi las emociones.
Lleva
abeja a otra flor tus sensaciones
goza
en ella de su policromía
para
que muera en mí la fantasía
de
este amor erigido en ilusiones.
Vale
más el zumbido de tu vuelo
que
el roce epitelial de la ternura
y
aunque espera mi piel con gran anhelo
me
niego a recibir tu picadura
temiendo
que el ardor del desconsuelo
neutralice
la miel de tu dulzura.
Hermoso José!!poetazo!!
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