Nuestra Estrella
Cada vez que regreso
salgo a mirar el cielo,
en esas noches claras
deleites del verano,
y allí esta nuestra estrella
aquella que elegimos
mirar en cada noche
cuando nos encontrábamos.
Danzábamos entonces
y un aura pueblerina
envolvía las siluetas
en una comunión
de besos y caricias.
Nos mostraba la luna
como una sola sombra
sobre la arena tibia
y nuestros pies dezcalsos
dibujaban en líneas
los trazos de un amor
sin sueños ni futuro.
Todo había que vivirlo...
en nada distraerse,
pues el amanecer
ocultaría la estrella
y hasta una nueva noche
de cielo despejado
postergaría la magia
de amarnos plenamente.
Conciencia
Puedes saber de mi o no,
cuanto de bueno,
cuanto de malo tengo;
pero de tí,
sin duda, lo conoces.
Con mil palabras
tal vez pueda engañarte,
decir: filantropía es mi premisa,
mostrar por alegría una sonrisa,
sabiendo que el amor
no brilla en mi interior
porque penas lo eclipsan.
Y lo mismo tú a mí,
puedes mostrarte
juglar de la verdad
y en cancionero
cantar la dignidad
con elocuencia.
Mas sabemos los dos
cuanto valemos,
pues el valor lo da
nuestra conciencia.
Rosa
Lleva en su mano una rosa
rosa de rojo color
color de pasión que late
late desde el corazón
corazón envanecido
envanecido de amor
amor a una joven niña
niña llena de candor
candor de pétalos blancos
blancos de dulce sabor
sabor de jovenes besos
besos rojos cual la flor
flor sinónimo de rosa
Rosa nombre del amor.
Hola José, ¿estos poemas son de los últimos tiempos o los tenías guardados? Me gustaron mucho, en especial el primero.
ResponderEliminarUn abrazo
Dos estaban guardados y otro es reciente. Un abrazo. Pronto nos vemos.
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