Se cumplen dos años del terremoto que castigara a Haiti el 12 de enero de 2010 y que fue considerado en esa región como el más fuerte registrado después del año 1770.
Según informes oficiales por causas de esta tragedia quedaron sin hogares 1.500.000 personas, murieron mas de 300.000 y aproximadamente 350.000 quedaron con heridas. Este luctuoso acontecimiento es considerado una de las catástrofes más dolorosas en la historia de la humanidad.
A dos años del evento mencionado, Haití, el país más pobre de América Latina, sigue sufriendo consecuencias del dolor y de la miseria. Según informes de la Organización Panamericana de la Salud, diariamente se producen 200 nuevos casos de cólera y han quedado en ese país más de 7.000 muertos y 520.000 afectados por la epidemia de este flagelo iniciado en octubre de 2010, con perspectivas a un aumento de la enfermedad en la próxima temporada de lluvias.
Jon Andrus director adjunto de la OPS, refiriéndose a esta situación considera que se trata de una de las mayores epidemias de cólera de la historia moderna.
Existe la solidaridad de las distintas poblaciones del mundo para con Haití. Médicos, enfermeros, educadores, hombres y mujeres de distintos trabajos y profesiones han elegido y valoran por sobre todas las cosas, la importancia del altruísmo y el trabajo humanitario. Pero aún así no alcanzan para que la pobreza y la marginación no sigan devastando los pueblos. Los insensibles y ávaros de las clases plutocráticas del mundo, siguen pensando que son parte del pueblo elegido; solucionar estos problemas sería ir en contra de sus propios privilegios, todas sus grandes ganancias logradas con la explotación de los pueblos más pobres las dilapidan en lujos y placeres o en reservas para futuros viajes al espacio, tal vez, para jactarse de ser los primeros en arribar a un cielo que ya les pertenece.
El cielo y el infierno (poesía abrupta)
una estación de naves espaciales
existe en nuevo méxico
donde venden pasajes
con prestigio de estrellas
para llegar al cielo
y son sus excursiones
poner los pies en marte
o hacer una promesa de amor
desde la luna
deleite de los puros
los únicos capaces
de comprender el cielo
el cielo prometido
para las almas buenas
qué causas milagrosas
determinan los goces celestiales
de esas vidas ociosas
como la contracara
de tanta ostentación
tanta avaricia
basta mirar a haití
la causa del milagro
es la muerte
dispuesta en la antesala de ese infierno
para cargar los pobres
tienen el pase libre
no hacen falta las naves espaciales
el boleto es de ida
la cólera o el hambre
los transporta.
Muy bueno el poema. Como dijimos en varias oportunidades: para que haya un rico debe haber un millón de pobres.
ResponderEliminarSaludos!