con
nubes muy oscuras
presagiando
con truenos
un
abyecto futuro.
Jugando
con el viento
un vellón de ilusiones
dejó
un hueco en el cielo
y
ese agujero celeste
dispersó
la tormenta.
En
celestino encanto
anunciaba
acercarse
la
nueva primavera.
Recién
nacía septiembre
mágico
en sus colores.
Un
deseado milagro
reinaba
en mis pupilas
y
abría ante mis ojos
con
sus pétalos blancos.
El
amor de mis sueños
fue
imagen indeleble
con
un aroma dulce
que
aùn… persiste en los años.
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