¿Dónde van las personas?
Esos seres vitales
que amaron y que amamos.
¿Y los que despreciamos?…
¿Qué destino han tenido
para no develarlo?
Los buenos y los malos,
los avaros, los
desinteresados,
los humildes y los privilegiados.
Aquellos que rieron,
aquellos que lloraron.
Aquellos que creyeron
tener todo en sus manos.
Los que se corrompieron
y los que no quebraron
el sino solidario
del ideal humano.
Los que inventaron dioses
forjando la esperanza
de un eterno destino
y los que suponían
que sólo en polvo y agua
volverían al camino.
¿Dónde van las personas
cuando el reloj sanguíneo
detiene sus latidos?
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