Hoy mis alas
atrofiadas
no me permiten
volar
y en lento
andar los recuerdos
hacen que
vuelva a soñar
en un paisaje
bucólico
que proponía
libertad
cuando el
galope de “Chiche”
en un
horizonte abierto
daba pleitesía
a un concierto
de imágenes y
emociones.
Feliz lo fui
en tu montura
gestor de mis
ilusiones
mi soliloquio
entendías
confesor de
mis amores.
En tus crines la ternura
reconocían mis
palmas
Chiche de mis
picardías
hoy eres
Chiche en mi alma.
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