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Hoy camine las calles de la muerte...
leí sus nombres en las placas de bronce
y conocí los rostros en retratos
adheridos al frente de sus lápidas.
Me privaron del sol, esas bóvedas frías
propiedad de familias de linaje,
ostentando en su frente
el apellido
otrora de nobleza y privilegios,
amparando los cofres con los restos
de dueños del poder y la riqueza
y hoy ni siquiera sombra le ha quedado.
Luego ya me di cuenta que el sol daba en mi cara
porque andaba entre bajas sepulturas,
gente sin abolengo en el pasado.
Allí fueron los pobres a entregarse
a su dios, o de
nuevo a ser agua
y algún poco de polvo simplemente,
tan vez sufrieron
menos
cuando vino la parca a convocarlos.
Ellos en sus
creencias
cumplieron el mandato
de no hacerse tesoros en la tierra.
Allí están, en tumbas o panteones
los pobres y los ricos,
los siervos y los reyes.
Desde la tierra arriba siguen las diferencias
desde la tierra abajo todo quedo igualado.
Más temprano o más tarde
todo se vuelve tierra.
Excelente como siempre. Abrazo José
ResponderEliminarVerdad... Justicia terrena ... que desnuda la vanidad del ser humano y la mentira de todas las religiones:M.P
ResponderEliminar(Ya los sueños de los desnudos comienzan a pesar más que las reservas de los bancos/ Alguien pondrá por fin el grito que falta en la boca aún no cerrada de las tumbas. LUIS FRANCO
Maestro de maestros Luis Franco.
EliminarHermosaaa!!! Cuanta verdad!la muerte que es comun a todos no distingue riquezas ni pobrezas.
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