Aquel viejo maestro que tenía
una tarde llegó con su libreto
y me puso de pronto en un aprieto
cuando unas simples prosas yo escribía.
¡Debes tener presente!, me decía,
que un buen poeta ha de escribir soneto
dando lugar a rimas con respeto
en los catorce versos de poesía.
Se iniciará tu pluma en dos cuartetos
líneas primera y cuarta rimarán
de igual manera la dos y tres lo harán
Y su final será de dos tercetos
todos endecasílabos perfectos
buena tarea poética darán.
Falso espejo
Un espejo de falsa
simetría
hoy me roba la vida y los
amores,
me sumerge en un mundo de
colores
y me atrapa en su vana
fantasía.
Anestesia mi sangre cada
día
con su mundo de risa y
sinsabores
vistiendo a sus remedos
con honores
me vende ostentación por
alegría.
Tiene rol de patriarca
establecido,
no admite discusiones en
la mesa,
el respeto al silencio con
firmeza
es un pacto de horario
convenido.
Me convierte los sueños en
tristeza
y me quita el mejor de los
sentidos.
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